Al terminar la comida, se acercó a Mark y le dijo con sequedad: “Según parece, no se cuida usted de dónde se sientan sus invitados.”
“Señora”, replicó el gobernador, “a la gente realmente importante no le interesa el sitio donde se sienta; y sucede a veces que quienes se interesan por el sitio, no son importantes.