Eras, más que una diosa
Icono indescriptible
Del cenit al amar
Cual delicada rosa
A mi cuidado hermosa
Dueña de mis anhelos
Te lleve hasta el altar.
Me sentí tan dichoso
Teniéndote en mis brazos
Abrevando en tus labios
El néctar del amor
Contemplando tu cuerpo
De virgen de alabastro
Más bella, tu, ninguna
Ni más feliz que yo.
Te hizo entender que eras
En mí, más que ilusión
Cada hora en cada día
Mucho más te quería
Mi amante corazón.
En las noches dormía
Sintiendo la alegría
De que estabas tú ahí
Pensé que no podría
Jamás la vida mía
Concebirla sin ti.
Pero llego el momento
Se entoldo el firmamento
De todo mi existir
Y en mi pecho yo siento
Un vacío tan inmenso
De insondable amargura
Porque ya te perdí.
Sabías que eras bella
Vivías en un mundo
Donde reinabas tú
No basto el amor puro
Y te nacieron alas
Para volar muy lejos
Y repartir tus besos
Belleza y juventud. Dr. Rafael Rodríguez s. 25 7 2008
