Pero es que ya las lagrimas
En mis hundidos ojos
Se niegan a brotar.
Porque he sufrido tanto
Son tan grandes mis penas
Que cuajadas en llanto
Las quisiera expresar.
Ven llanto mío a consolar mis penas
Que no puedo sufrir calladamente
Ven hasta aquí…donde el dolor impera
Vuelve de nuevo a mi quiero verterte.
Lagrima de dolor
Porque no asomas hasta mis pupilas
Para verterte en manantial de nieve
Ventisquero que arrastras la amargura
Has olvidar las penas
Que en torno a mi se ciernen
Si pudiera llorar
Pero es que ya no logra
Brotar de mi garganta
Esa expresión del grito
Porque en ella se agolpa
Se expande se agiganta
Y satura mi alma
De dolor infinito.
Y tú…que ayer me diste
La más tibia esperanza
Que me enseñaste entonces
Con pasión loca a amar
Después me demostraste
Desamor…desconfianza
Pero jamás pudiste
Enseñarme a llorar.
Dr. Rafael a. Rodríguez s.
Imbert.